Las vistas desde la terraza durante el desayuno fueron impresionantes. El personal siempre ofreció café y té gratis, creando un ambiente muy acogedor.

* Ubicación excelente.
* Desayuno en terraza.
* Personal muy amable.

* Limpiado mejorable.
* Habitación pequeña.
* Ruido en noches.

La limpieza y mantenimiento son mejorables.

La azotea es perfecta para disfrutar del desayuno con vistas al mar, y hay café y té gratuitos disponibles durante todo el día.

Encantador espacio para disfrutar de una taza de café en una azotea con vistas al mar y las mezquitas.

proximidad a la Mezquita Azul, Santa Sofía y Palacio Topkapi, entrada al hotel difícil de encontrar, buena vista desde la terraza

Tenía grandes expectativas, pero la habitación estaba muy descuidada. El tapete sucio y viejo, la ducha atrancada y el calentador sin funcionar fue decepcionante. Además, ¡los gatos y pájaros en el último piso son un verdadero problema por la noche!!!

Recomiendo para los que buscan comodidad

El personal fue increíble, especialmente aquelas chicas en el desayuno, siempre con una gran sonrisa y ayudaron con cualquier cosa que necesitábamos, eso realmente hizo la diferencia, me sentí como en casa. Además, el lugar estaba tan limpio y organizado, una muestra de que cuidan los detalles, incluso nos invitaron a tomar un café en la terraza mientras disfrutábamos de la vista.

No fue barato, pero para lo que ofrecían, estaba aceptable.

La ubicación fue muy buena, a pocas calles de los principales monumentos. El desayuno en la terraza fue un momento agradable, con una buena vista. Un chico del personal me ayudó a conseguir un taxi al aeropuerto. Fue muy amable. Es un lugar bastante cómodo si no se buscan lujos.

La ubicación es perfecta, muy cercana a las atracciones principales y el ambiente es seguro incluso de noche. Las habitaciones son cómodas, aunque algunas podrían necesitar un poco más de mantenimiento. El desayuno presenta una buena variedad, especialmente los cruasanes de mantequilla que son deliciosos. Sin embargo, algunas áreas del hotel eran ruidosas durante las noches, lo que dificultaba el descanso. A pesar de esto, el servicio al cliente es excepcional, con un personal amable y siempre dispuesto a ayudar.

La increíble terraza ofrece un desayuno buffet que combina deliciosos cruasanes de mantequilla con vistas impresionantes al mar de Mármara. Las habitaciones son espaciosas y cuentan con minibar, lo que añade un toque extra de comodidad a la estancia.

Algunas áreas ruidosas.

La ubicación deleitante, a solo unas cuadras de la Mezquita Azul y Santa Sofía, hizo que cada recorrido caminando fuera fácil. El desayuno en la terraza resaltó las vistas al mar de Mármara, disfrutando de deliciosos cruasanes que realmente me hicieron sentir como en casa. La limpieza de la habitación, aunque en general buena, necesitaba atención en algunos detalles como el ambiente del lavabo, que se sentía un poco descuidado. A veces, había ruidos molestos durante la noche que interrumpían mi sueño. El personal, en especial Camila y Yugru, siempre estaban dispuestos a ayudar y aportaron un toque cálido a mi estancia. Un pequeño inconveniente fue que la tarjeta de la habitación no funcionaba algunas veces, lo que causó frustración. Aun así, la comodidad de la habitación y el café y té siempre a disposición hicieron la estancia más agradable.

Grand Ambiance tiene una ubicación excelente, a solo unas cuadras de la Mezquita Azul y Santa Sofía. El desayuno típico turco en la terraza, con vista al Bósforo, fue un verdadero placer. Además, el personal fue muy amable. nos ayudaron con el transfer al aeropuerto y nos dieron una cálida bienvenida.

Lo recomiendo.

La estancia en Grand Ambiance fue realmente placentera. La ubicación es excelente, muy cerca de la Mezquita Azul y Santa Sofía, lo que facilitó mis compromisos laborales. Disfruté de un desayuno tradicional en la terraza, donde las vistas al mar añaden un toque especial. Además, el personal esforzado fue muy servicial, ayudando siempre con una sonrisa y facilitando mi transfer al aeropuerto.

La limpieza de las habitaciones podría mejorar.

la vista desde la terraza y el trato familiar hacen del hotel una experiencia inolvidable

La ubicación es perfecta, a pocos minutos de la Mezquita Azul y Santa Sofía. El desayuno en la azotea es espectacular, con una variedad deliciosa que te hace sentir en casa. El personal es extremadamente amable, siempre listo para ayudar.